Los lios internos de Podemos
Podemos acaba de cumplir dos años. En Podemos siempre ha habido una confluencia
de muy diversas opiniones. Pero dicha polifonía está alcanzando límites insospechados
en varios ámbitos. Desde el punto de vista interno, vuelve a aflorar la pelea
entre la dirección, más moderada en su discurso con el paso del tiempo, y la
corriente de críticos, con una perspectiva anticapitalista inamovible. Unos y
otros firmaron una suerte de acuerdo tácito antes de las elecciones generales.
Ahora ha llegado el momento de expresar de nuevo las discrepancias. Unas
discrepancias que tienen que ver con el funcionamiento del partido y con la política
de pactos que debe poner en marcha en el complejo escenario resultante del
20-D. Podemos se presentó a la sociedad hace dos años con una comparecencia en
el madrileño Teatro del Barrio.
Este aniversario del partido de Pablo Iglesias está marcado
por las discrepancias tanto fuera como dentro del Congreso de los Diputados.
Por una parte, el sector crítico con la dirección que lideran el
eurodiputado Miguel Urbán y la secretaria general en Andalucía, Teresa
Rodríguez, ha expresado una vez más sus críticas al funcionamiento del partido
y ha insistido en su negativa a que haya acuerdo de gobernabilidad con el PSOE.
Por otro lado, está aumentando la tensión entre los diputados de Podemos y sus
socios territoriales a cuenta de la composición de los grupos
parlamentarios.
Desde el punto de vista interno, vuelve a aflorar la pelea
entre la dirección, más moderada en su discurso con el paso del tiempo, y la
corriente de críticos, con una perspectiva anticapitalista inamovible. Los
mensajes de unos y otros suenan diferentes o incluso parecen opuestos en
algunos aspectos, como si el partido morado fuera una sinfonía de voces
discordantes
AUSENCIAS Y PRESENCIAS SINTOMÁTICAS
Desde el punto de vista interno, vuelve a aflorar la pelea
entre la dirección, más moderada en su discurso con el paso del tiempo, y la
corriente de críticos, con una perspectiva anticapitalista inamovible. Unos y
otros firmaron una suerte de acuerdo tácito antes de las elecciones generales.
Ahora ha llegado el momento de expresar de nuevo las discrepancias. Unas
discrepancias que tienen que ver con el funcionamiento del partido y con la política
de pactos que debe poner en marcha en el complejo escenario resultante del
20-D.
Podemos se presentó a la sociedad hace dos años con una
comparecencia en el madrileño Teatro del Barrio. El pasado domingo se celebró
en el mismo sitio un acto organizado por la Fundación los Comunes y la revista Viento
Sur. No acudió Pablo Iglesias ni otros miembros relevantes del Consejo de
Dirección de Podemos. Sí intervinieron, en cambio, los citados Miguel Urbán y
Teresa Rodríguez, además de otras figuras simbólicas como Juan Carlos Monedero
y algunos aliados como el sindicalista Diego Cañamero. Presencias y ausencias
más que sintomáticas.
EL PSOE Y LA DIRECCIÓN, EN LA DIANA
Los intervinientes en el acto del Teatro el Barrio
insistieron en no respaldar un acuerdo con el PSOE para la gobernabilidad de
España. Antes al contrario, la mayoría de ellos vertió durísimas críticas
contra el partido que lidera Pedro Sánchez, tal y como han recogido varios
medios. Esta postura ya fue expresada por la corriente Anticapitalistas en sus últimos
comunicados y choca frontalmente con el posibilismo que suele mostrar el
número dos del partido, Íñigo Errejón, que estos días insiste en "tender
la mano" a los socialistas.
Además de acudir a este aniversario, los mencionados Urbán y
Rodríguez acaban de publicar un artículo en el que hacen balance de estos
primeros veinticuatro meses de existencia de Podemos. En dicho texto señalan,
entre otras cosas, su deseo de cambio en la forma de gestionar el partido.
"Ya es un consenso en el seno de la organización que las dos velocidades
inconexas en las que hemos transitado hasta ahora: dirección centralizada y
construcción cotidiana por abajo, alcancen una síntesis superador",
sostienen. Esa mención a la "dirección centralizada" supone una
crítica velada al Consejo Ciudadano que lidera y maneja Pablo Iglesias.
Además, las dos cabezas visibles del sector anticapitalista
aseguran que "para nosotros, la finalidad de Podemos como instrumento
tenía (y tiene) un objetivo evidente: acabar políticamente con el Régimen del
78 y abrir un tiempo nuevo que, bajo el protagonismo de las clases populares,
permitiese el desarrollo de procesos constituyentes". En los últimos
meses, sobre todo en campaña, Iglesias y Errejón han eludido expresamente
referirse a los "procesos constituyentes", puesto que han moderado su
discurso para reclamar ahora “reformas de la Constitución”.
PROBLEMAS EN GALICIA Y MÁLAGA
Para colmo, en estos últimos días precisamente en Galicia ha
nacido otro problema a cuenta de las alianzas electorales. El secretario
general de Podemos en Galicia, Breogán Riobóo, está insistiendo en la necesidad
de alejarse de esta confluencia de siglas por el carácter nacionalista de sus
aliados. El propio Pablo Iglesias desautorizó a su correligionario gallego la
pasada semana al dar por hecha la continuidad del acuerdo "para ganar las
próximas elecciones en Galicia". Pero Riobóo no ha cambiado de opinión y
continúa planteando esta opción.
Por último, en Andalucía ha surgido otro problema intestino
de Podemos, aunque cierto que tiene menor envergadura que los descritos. Y es
que el pasado viernes el secretario general de Podemos Málaga, José Antonio
Vargas, y otros cinco cargos del partido presentaron sus dimisiones y
criticaron públicamente "la derechización" del partido. Otro disgusto
para la dirección de Podemos en su segundo aniversario.
EL LÍO DE LAS CONFLUENCIAS EN EL CONGRESO
A la ya conocida pelea entre los sectores del partido hay
que sumar estos días el monumental lío que tiene Podemos con algunos de sus socios
territoriales. Las alianzas entre el partido morado y Barcelona en Comú
(Cataluña), Compromís (Valencia) y las Mareas (Galicia) funcionaron a las mil
maravillas en las elecciones generales, con unos resultados que superaron las
pesimistas previsiones de las encuestas. Sin embargo, las conocidas
dificultades para que estos aliados tengan grupos propios en el Parlamento están
generando importantes dificultades. Pablo Iglesias prometió a estas formaciones
la posibilidad de formación de grupos propios en el Congreso, algo que no es
posible según el Reglamento del Congreso.
Incluso, en el seno de estos aliados electorales de Podemos
se empieza a pensar en no reeditar los acuerdos en caso de que se celebren
otras elecciones generales. La tensión se ha recrudecido especialmente en el
caso valenciano. El cabeza de lista de la candidatura de la coalición
Compromís-Podemos-És el Moment, Joan Baldoví, ha llegado a amagar con que
algunos de sus nueve diputados se marchasen con Izquierda Unida para crear un
grupo propio, algo que ha impedido Podemos.
En ese contexto, la líder de Compromís, Mónica Oltra,
sorprendió a propios y extraños al publicar este lunes un artículo en El
País en el que pedía al PSOE que cediera diputados en el Congreso. Una
postura no respaldada por la dirección de Podemos y que, por ello, muestra las
diferentes opiniones entre la formación y sus aliados.
Este martes Podemos presentará en público su propuesta de
grupos consensuada con sus tres socios territoriales. Una propuesta que, dicho sea de paso, difícilmente prosperará, puesto que la última palabra la tiene la Mesa del Congreso, en la que hay mayoría del PP y Ciudadanos, que ya han dicho que no permitirán A estas alturas se conoce que tanto Cataluña como Galicia entrarian en un solo grupo "confederado". No así Compromís-Podemos quienes cuatro de sus diputados de Compromís con Joan Baldoví, a la cabeza que han reclamado grupo propio. Los cuatro diputados de Podemos y la independiente Rosana Pastor se integrarán en el grupo de Pablo Iglesias. Es claro que la Mesa rechazará la solicitud. En ese caso, los diputados barajan entrar en el grupo que conforme Podemos u "otras opciones" que fuentes de Compromís no concretan.
Rafael Fernandez Tur
ResponderEliminarLOS DE COMPROMIS, COMO BUENOS Y SOMETIDOS VALENCIANETES, QUERRAN ENTRAN EN ALGUN GRUPO DE SUS AMOS CATALANES.
José Carlos Rodríguez
ResponderEliminarLos falsos cambios de grupo parlamentario con objeto de que algunos obtengan mas dinero y presencia son corrupción. No comprendo como se permite: va contra las leyes y nos cuesta dinero a los contribuyentes. En los últimos años, muchas corruptelas vinculadas a la política se han convertido en delitos. Los que piden regeneración no pueden aceptar la tolerancia con la mentira y el saqueo de fondos públicos.
Alberto Bellido García
ResponderEliminarAl menos lo bueno que tiene la izquierda en España es que siempre ha estado dividida. Esto recuerda, salvando las distancias, claro, a cuando en la guerra civil se enfrentaron en Barcelona los socialistas, comunistas y anarquistas.
Juan Primo
ResponderEliminarLos valencianos que pensaban que votaban a un partido nacional de izquierdas y ahora resulta que han votado a un partido nacionalista catalán. Es un fraude monumental. Sólo por eso habría que repetir elecciones
JL Gabaldon
ResponderEliminarQUE PADILLA DE MORRALLA, NI PARA HACER JABÓN SERVIRÍAN
SI ALGUIEN NO SABE CÓMO SE HACE EL JABÓN, VÉASE GOOGLE
Inmanol Martin
ResponderEliminarENTRE VIVORAS ANDA EL JUEGO AL FINAL SE TERMINARAN MORDIENDO ENTRE ELLAS
Maria Garcia
ResponderEliminarQue quinteto, da vergüenza.