“Piña Colau”
A nadie ha pasado desapercibida de manera desfavorable la irrupción
de Ada Colau en el Ayuntamiento de Barcelona, una actriz fracasada que se metió a activista contra los desahucios sin haber sido desahuciada nunca y su manera de gobernarlo a base
de alcaldadas. De un total de 41 concejales solo cuenta con 11 que la apoyan de modo directo junto
a asesores a cual más friki, como la meona de Barcelona u otros del partido Barcelona en comú, procedentes
de los grupos de teatro alternativo antidesahucios y de frentes okupas.por su forma de actuar sin consultar con nadie parece que disponga de mayoría absoluta.
Los barceloneses están desconcertados ante sus decisiones en muchas ocasiones
contradictorias. Eso si ya se ha ocupado de colocar a su pareja en el Ayuntamiento junto a la familia de otros activistas reconvertidos en concejales. Los únicos que se muestran satisfechos son los inmigrantes ilegales y vendedores callejeros de bebidas antaño perseguidos por la policía que ahora campan por sus respetos por las
zonas turísticas de la ciudad. Tan agradecidos se han mostrado que ofrecen sin ninguna higiene a los
viandantes de un combinado de zumo de piña y alcohol que han bautizado como “piña
Colau”
Lo que se ha podido sacar en claro hasta ahora es su
aversión al turismo en general y a la hostelería en particular. Especialmente hacia
los turistas de gran poder adquisitivo que recalan con los grandes cruceros en
el puerto y que guardan largas colas
para visitar los museos y hacen compras por la ciudad, al parecer prefiere a otra clase de turismo que se
reparta por todos los barrios de la ciudad.
Barcelona ya no podrá ver, al menos en un año, la creación
de cinco nuevos proyectos arquitectónicos. La moratoria impuesta por la
alcaldesa de Barcelona en Comú, Ada Colau, provoca que la torre Deutsche Bank,
la sede de Henkel, la antigua sede de Banesto, la torre Agbar de Jean Nouvel y
el cine Novedades deban esperar para convertirse en “joyas” arquitectónicas.
Entre los 30 proyectos hoteleros pendientes de conseguir la
licencia municipal de obras o el cambio de uso -de edificio de oficinas a
centros turísticos- algunos competían por convertirse en símbolo arquitectónico
de la ciudad, como es el caso de los cinco edificios relatados el comienzo de
esta crónica. La torre Agbar ya lo es antes incluso de trasformar las oficinas
de la sede de Aguas de Barcelona –controlada por la francesa Suez
Environnement- en habitaciones de un hotel de lujo.Las propuestas a las que había dado luz verde inicialmente el Gobierno
de Xavier Trias (CiU) movilizaban un mínimo de 400 millones de euros,
por lo que se debe añadir a esta extrapolación la renuncia a otros 6.000
puestos de trabajo durante la construcción.
Asimismo se propone anular las licencias para instalar
terrazas de los bares en la via pública no importándole que la gran mayoría son
negocios familiares que emplean a un gran número de personas en hostelería y
dan un ambiente amable en una ciudad cuyo clima mediterráneo lo permite durante
casi todo el año.
Quien ni siquiera ha conocido la compra de una vivienda se
convirtió en la líder antidesahucios montando toda clase de escraches contra
entidades bancarias cuando muchas veces habían tenido en su seno a inquilinos
que no pagaban la renta a un propietario mas necesitado que y por eso no tenia
más remedio que reclamarlo judicialmente. Eso si, para sus colegas que no les
toques Can Vias o otros edificios okupados por toda la ciudad. Y para evitar enfrentamientos ha decidido que los
miembros de la guardia urbana vayan desarmados.
Mientras Barcelona
celebraba la 080, su pasarela de prêt-à-porter, totalmente consolidada porque
Cataluña tiene una tradición textil y de moda que merece esta recuperación que
le ha dado la 080. Esta pasarela, apoyada por las autoridades locales, no contó
con la presencia de la nueva alcaldesa, Ada Colau, aunque ha sido invitada
a todos los desfiles, sin molestarse siquiera en contestar. Mango inauguró
la primera jornada por todo lo alto, pero Colau fue a Madrid al programa de
Wyoming. La semana anterior, en cambio, estaba subida en una de las carrozas
del Orgullo en Barcelona. Xavier Trias, ex alcalde y gran señor, representó al
Ayuntamiento. "Ya se enterarán de la importancia que tiene todo esto. Y si
no, mal vamos", dijo.
Alguien dirá que esto es el resultado de la democracia y hay
que respetarlo si los barceloneses así lo han decidido, pero a los partidos como PSC, ERC y otros, que la
apoyaron en un momento por cuestiones partidistas para la investidura, están ya preguntándose
el porqué tienen al frente del Ayuntamiento a alguien con estas alturas de miras.
Carlos Rivera Huidobro
ResponderEliminarUf. Asquerosa .!!
Teresa Terron Garcia
ResponderEliminarEsta lleva la ruina a Barcelona.
Carlos Rivera Huidobro
ResponderEliminarEsta gentuza se propaga más rápido que el virus del Évola .!
Marino
ResponderEliminarFerret: Que los políticos estén para intervenir no exime de que tengan que prevenir las consecuencias de sus actos. No pueden esperar a que se produzcan para hacerlo. Ocurre que, a veces, son imprevistas. Entonces es disculpable. De lo contrario no. Ignoro si ésta es la medida adecuada y reconozco que el problema hay que resolverlo. Se me ocurre que los perjudicados, por haber invertido en proyectos ahora paralizados, puedan denunciar al Ayuntamiento y, si ganan ¿Con qué dinero se les va a indemnizar? Esa posibilidad y muchas otras no son descabelladas y todo político debe preverlas.
José Manuel Ballesteros Villa
ResponderEliminarLos catalanes son los dueños de su hambre.
Ray Patteet
ResponderEliminar.... y a ti por las pelotas....
Mariluz Medina García
ResponderEliminarSí los barceloneses están desconcertados por la forma de gobernar de esta Sra. Hay que decirle que AJO y AGUA exactamente igual que en Madrid
Juana Pamos Chaichio
ResponderEliminara ti por el cuello y ahogarte
Francisco Peralbo Lopez
ResponderEliminarJuanaaaa... te acabas de retratar. Es una verdad como un templo. Tenemos los políticos que nos merecemos ya que los han votado. Que cada cual cargue con su parte de responsabilidad.
Carmina Rodriguez Zuloaga Montesino
ResponderEliminarNo esperaba esto de ella