La España que queremos

Afortunadamente este país ha llegado hasta el final de un ciclo electoralista destructivo y continuado que nos ha estado enfrentando, dividiendo y destruyendo el pais durante estos últimos años. La debacle que se temía, finalmente no ha llegado a ocurrir y todos los contendientes deberán parar y pactar para poder curar sus heridas y cometer los nuevos tiempos. Todos o casi todos tienen motivos para decir que han ganado menos, Pablo Iglesias, cuando todos se han dejado muchas bajas por el camino. También Vox ya no es el coco de extrema derecha que se le había etiquetado de manera interesada.

Si hay un vencedor de todas estas batallas puede decirse que es Pedro Sánchez que no ha conseguido lo que pretendía. Pablo Casado ha salvado los muebles del temido desmoronamiento del PP y poco a poco con estos resultados, España podrá recuperar la centralidad y quizá regrese la sensatez que ya ha expulsado de la política a una legión de frikis que han estado sentenciando por las televisiones del régimen. Menos en Cataluña, cuyo golpe de estado continúa y van a seguir con sus ensoñaciones separatistas.

La batalla por Madrid, la capital y zona mas productiva del país,ha despejado los temores de que el populismo de Carmena y sus compañeros de viaje se instalara definitivamente en el ayuntamiento y conquistara la autonomía que finalmente la derecha ha conseguido rearmar. La debacle de Pablo Iglesias y su fracaso de sus ciudades por el cambio, Ha perdido de un plumazo su poder en Madrid, Zaragoza, Barcelona y solo resiste Cadiz con Kichi, su enemigo como alcalde.

Extremadura, Castilla la Mancha y Asturias refuerzan el poder socialista mientras en Navarra disminuye la presión abertzale, con las mares cada vez mas débiles Galicia, resiste y la Comunidad Valenciana se parte en dos, el norte y el sur. Ciudadanos podrá decidir quien gobierna en Madrid, Castilla y León, Murcia, Aragón y Melilla.

Así las cosas, Pablo Iglesias lo tendrá muy difícil ahora para negociar con Pedro Sánchez para el Gobierno de España. Confiaban en lograr buenos resultados pero no ha sido así. Hay incluso quien empieza a cuestionar el liderazgo de Iglesias al frente de la formación morada a tenor de los resultados.

Ahora con el verano a las puertas, vienen las negociaciones y planear el futuro de un país que ha demostrado su capacidad de resistencia y que necesita una larga temporada de tranquilidad.