Un expolicía condenado por asesinato, nuevo presidente del Supremo de Venezuela
La dictadura bolivariana de Venezuela ya ni siquiera se ocupa de guardar las formas. Ha nombrado por unanimidad a Maikel Moreno, como el presidente del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) de Venezuela. El polémico magistrado Maikel Moreno, exoficial de la Sebin, se le acusa de estar involucrado en casos de corrupción y estuvo preso por dos asesinatos
Hasta hace una semana, Moreno, presidente de la Sala de Casación Penal del TSJ, fue quien ratificó la condena del encarcelado Leopoldo López, exalcalde del municipio capitalino Chacao, de casi 14 años de prisión por su participación en las protestas contra el Gobierno de Nicolás Maduro ocurridas en 2014 y en las que murieron 41 personas.
Moreno es un hombre de peso en el chavismo. Este abogado fue designado agregado comercial de Caracas en Roma, tras ser destituido como juez por desacato a una orden de la Sala Constitucional del TSJ en 2007. Ahora, el nuevo presidente del Supremo ha jurado acabar con la impunidad en Venezuela. “Yo, desde este momento, al frente del Tribunal Supremo de Justicia y conjuntamente con los compañeros magistrados, estaremos 24 horas al día trabajando para acabar con la impunidad, la corrupción en este país”, declaró.
Moreno es un hombre de peso en el chavismo. Este abogado fue designado agregado comercial de Caracas en Roma, tras ser destituido como juez por desacato a una orden de la Sala Constitucional del TSJ en 2007. Ahora, el nuevo presidente del Supremo ha jurado acabar con la impunidad en Venezuela. “Yo, desde este momento, al frente del Tribunal Supremo de Justicia y conjuntamente con los compañeros magistrados, estaremos 24 horas al día trabajando para acabar con la impunidad, la corrupción en este país”, declaró.
El pasado del presidente del Supremo es el que ha provocado estruendosas críticas. Moreno, que sustituye a la abogada Gladys Rodríguez, es acusado de haber asesinado a una mujer en el Estado de Bolívar (sur de Venezuela) en 1987. En esa década trabajaba como oficial de la policía política venezolana, ahora Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin), y estuvo dos años en prisión por este crimen.
Tras conseguir un beneficio procesal y reincorporarse al cuerpo policial, Moreno fue relacionado con el homicidio de Rubén Gil Márquez, sucedido durante una balacera en Caracas en 1989. Esta vez no fue hallado culpable por las autoridades venezolanas, pero fue retirado de su cargo como oficial de seguridad.
Su cuestionada fama resucitó en el Gobierno de Hugo Chávez. Moreno ya había abandonado la policía política para convertirse en un abogado del Ministerio Público. En 2007, el exmagistrado chavista Luis Velásquez Alvaray, un prófugo de las autoridades venezolanas, señaló al actual presidente del Supremo por participar en una organización, denominada La banda de los enanos, que supuestamente opera en el sistema judicial de este país sudamericano y sumergida en varios casos de corrupción. Pero esta denuncia fue desestimada por la Fiscalía.
El jueves, el diputado opositor Lester Toledo, actualmente perseguido por el Gobierno venezolano, había denunciado que Moreno estaba en trámites para obtener la ciudadanía italiana. “Hemos pedido con fuerza a las autoridades (italianas) que tienen que negar la nacionalidad al magistrado Maikel Moreno, porque el primer requisito que pide cualquier país para otorgar la nacionalidad es no tener antecedente penales y este señor los tiene de sobra: juzgado por homicidio y un violador de derechos humanos”, dijo.
La designación de Moreno puede suponer una jugada extremista del chavismo en la pugna entre el Supremo y el Parlamento en Venezuela. Desde la elección de la oposición en la Asamblea Nacional, en diciembre de 2015, se han invalidados las decisiones de los diputados. Los adversarios del Gobierno temen que el nuevo presidente del TSJ pueda dar un zarpazo para fulminar al Legislativo. Según la Constitución de la República -artículo 263- para ser magistrado de la República se requiere, “Ser ciudadano de reconocida honorabilidad”. El magistrado es catalogado por la oposición como «un verdugo»
Ana Perez Salguero
ResponderEliminarDios mio!! Que fuerte,esto parece mentira!!! Mi país anda al reves
Pam Sanchez-vilar
ResponderEliminarpobres venezolanos
Cástor Casas
ResponderEliminarPayasos....
Jose Perigüell
ResponderEliminarEn el comunismo todo puede ser
Maria Rosa Fernandez Martinez
ResponderEliminarQue se puede esperar de un loco asesino ,que ponga a uno de su cuerda ,no va a poner a una persona decente.
María Isabel Molina Mansilla
ResponderEliminarMuy coherente en la izquierda
Fernando Sanz Alfonso
ResponderEliminareste sabrá de que va el asunto
Roser Rodríguez Povill
ResponderEliminarVenga al lio!
Àngel Garcia Albarràn
ResponderEliminarIgual que en ejpaña.
Javier Felez Gutierrez
ResponderEliminarBuen elección Sicario
Jose Manuel C
ResponderEliminarla democracia venezolana .... para irse corriendo
Isidra Ortega
ResponderEliminarDios los cría y ellos se juntan...
Joaquin Pérez De La Lastra Cano
ResponderEliminarA maduro mientras no les den un golpe de estado, no dejará la presidencia
Adela Oliver Salas
ResponderEliminarPodemos debe de estar contento con éste sujeto.
Cristina Vázquez
ResponderEliminarSeguro que lo fichan pronto
Pedr Angel Martinez Martinez Olasagarre
ResponderEliminarLOS MILLONARIOS LADRONES DE VENEZUELLA. NO QUIEREN A. MADURO. SOLO CON ESTO. VIVA MADURO. VIVA VENEZUELA HE ESTADO. DIEZ AÑOS EN VENEZUELÁ
Francisco Castillo Castillo
ResponderEliminarQue coño esperaban un angelito
Julia Hita Garcia
ResponderEliminarDonde gobiernan mafias debe ser normal contaminar la justicia
Victoria Barba
ResponderEliminarEsto es lo que les gusta a los de podemos y es lo que harían aquí en España si los dejan
Eulogia Prieto Ortiz
ResponderEliminarDe Venezuela me lo creo TODO, hasta que los ASESINOS sean Magistrados y Presidentes del país; todo!