El saqueo de Andalucía (24) - La utopía de Marinaleda
Esta semana me he referido aquí en dos posts sucesivos dedicados
al esperpéntico asalto a dos
supermercados protagonizados por el alcalde de Marinaleda, Juan Manuel Sánchez Gordillo para según él donar los alimentos robados a las familias que
pasan hambre no precisamente en el pueblo.
Con 2.800 habitantes, su alcalde presume que su pueblo no existe
el paro y sus habitantes viven en una especie de paraíso utópico de la
izquierda donde todo el mundo tiene trabajo y vivienda con servicios
impensables en un pueblo de sus características con un presupuesto para 2012 que
contempla un gasto de 2.729.000 euros lo que representa casi 1.000 euros por
habitante. Y ello que es un 35,94% menos que en 2011. Una cifra que de lejos no
dispone ningún ayuntamiento de España. ¿Cuál es el truco?
En 2011 el presupuesto municipal de Marinaleda era un total
de 4.260.517 euros y en más de tres cuartas partes recibió sus fondos de
transferencias de las demás administraciones públicas -un total de 3.332.960
euros
Para 2012 el dinero
facilitado por la Junta de Andalucía y el gobierno central el Ayuntamiento de
Marinaleda ha caído en más de un millón y medio de euros (1.531.473 euros, para
ser más exacto). Se trata de un descenso de un 45,94%, que rebaja el
volumen de las transferencias de las demás administraciones públicas a un
todavía muy elevado 66,01% del presupuesto municipal de la utopía de Sánchez
Gordillo. Las subvenciones facilitadas por la Junta de Andalucía y el gobierno
central el Ayuntamiento de Marinaleda han caído este año casi un 46% y al
alcalde de Marinaleda se le está acabando la fiesta a costa del contribuyente
andaluz y nacional.
Los datos indican que a Sánchez Gordillo se le acaba la
pasta que despilfarraba a manos llenas para mantener su farsa utópica, en la
que algunos ilusos veían una alternativa eficaz al malvado capitalismo, pero
que en realidad se sostenía gracias al dinero de los contribuyentes. ¿Podría
aplicarse este modelo a toda España? A modo de ejemplo, el presupuesto del
Estado para 2012 es de 122.083 millones de euros. Si tuviésemos que obtener el 66,01%
de ese presupuesto de transferencias exteriores, España necesitaría que otros
países le donasen 80.586 millones de euros para poder mantener la utopía. La
alternativa comunista de Sánchez Gordillo pasa, necesariamente, porque otros se
esfuercen a trabajar y a pagar impuestos para que los protagonistas de la
utopía puedan vivir como en los mundos de Yupi.
El gran descenso en
los ingresos del Ayuntamiento de Marinaleda va a tener efectos muy negativos
para la farsa populista de Sánchez Gordillo. Gracias a ese dineral que
recibía de las arcas de Estado y de la Junta de Andalucía el diputado de IU ha
podido permitirse descaradas formas de conseguir un voto cautivo tales como
cobrar alquileres de sólo 15 euros al mes (la propia web del Ayuntamiento de
Marinaleda reconoce que esas casas se construían gracias al dinero concedido
por el gobierno central y autonómico). Es también ese elevado gasto público,
facilitado por las transferencias de otras administraciones, el que permite a
un pequeño pueblo de menos de 3.000 habitantes tener una televisión y una radio
municipales, que la web de dicho ayuntamiento justifica en una página
panfletaria que a pesar de ser parte de un medio institucional comienza con
este párrafo de ultra izquierdismo puro y duro: “No basta lamentarse con la
derrota ideológica que la burguesía desgraciadamente ha conseguido a nivel
ideológico sobre el movimiento obrero y en general sobre las opciones
revolucionarias.”
El mito del 0% de
paro en Marinaleda: entre el subsidio agrario y el PER
Esa lluvia de subvenciones ha privilegiado a un pueblo que
está muy lejos de ese mito del 0% de paro que dicen algunos, una falsedad que
difunde la propia web de ese ayuntamiento al afirmar: “hemos acabado con el
paro”. Según las listas de beneficiarios del subsidio agrario en 2011
publicadas en la web del Senado, en Marinaleda percibieron esa prestación el
año pasado 308 personas. Como señala el Servicio Público de Empleo Estatal, dicha
prestación permite cobrar 100 días de subsidio a quienes hayan trabajado 20
jornadas en el campo, o entre 180 y 360 días de subsidio (en función de la edad
y situación familiar) a quienes haya trabajado 35 jornadas. De hecho,
Marinaleda ha seguido recibiendo cuantiosas partidas del Programa de Fomento de
Empleo Agrario, también conocido como PER
(Programa de Empleo Rural, su antigua denominación), una especie de Plan-E
para zonas rurales deprimidas. Las partidas destinadas por el gobierno para
este plan van a los ayuntamientos correspondientes. A modo de ejemplo, en el
segundo trimestre de 2011 (ver BOE) el Ayuntamiento de Marinaleda recibió
245.041 euros (más de 40 millones de pesetas) en este concepto.
El fuerte descenso en
las subvenciones de otras administraciones significa que Sánchez Gordillo no
podrá mantener como antes sus políticas populistas de despilfarro a costa de
los contribuyentes: su política de “pan y circo” tiene los días contados. Ha sido precisamente gracias a esos
despilfarros y a esa política populista -además de al descalabro del PSOE- como
Sánchez Gordillo obtuvo el 73% de los votos en las últimas Elecciones
Municipales, tras haber obtenido un 61,87% en 2007. Veremos qué pasará cuando
la utopía subvencionada de Sánchez Gordillo empiece a hacer aguas,
precisamente, por la caída de la clave de su éxito: la lluvia de ayudas de las
demás administraciones.
Este señor está acostumbrado a conseguir dinero de las demás
administraciones a base de coaccionar a sus titulares con métodos como
amenazarles con ocupar edificios institucionales. En este sentido, cabe preguntarse si con espectáculos como
el atraco a los supermercados Sánchez Gordillo pretende presionar a las demás
administraciones para que reabran el grifo de las subvenciones y así poder
mantener su tinglado político y el voto cautivo comprado con dinero público,
garantizándose la reelección.
En la web del ayuntamiento de Marinaleda, con su lema general, “Marinaleda, una utopía hacia la
paz”, y sus colores contestatarios, el verde (la utopía), el blanco (la
paz) y el rojo (la lucha), se detalla con lenguaje peculiar cómo se hicieron
los ‘líderes jornaleros’ con el control del latifundio que sirve de sustento a
todo el pueblo, la finca ‘Los Humosos’, sobre la que gravita toda la economía
local.
Después de un decenio de ocupaciones continuas e
infructuosas, la celebración de la Exposición Universal de Sevilla de 1992 le
ofrece al entonces denominado Sindicato de Obreros del Campo (ahora SAT,
Sindicato Andaluz de Trabajadores), la posibilidad de presionar al
Gobierno andaluz para que les cediera la explotación de esa finca, previamente
expropiada por la Reforma Agraria que a la postre acabaría convirtiéndose en el
mayor fiasco del Gobierno andaluz. “Se acercaba el '92 y ya se estaba
preparando la Expo que para el Gobierno tanto central como autonómico resultaba
intocable. Pensamos que allí estaba el talón de Aquiles”, se menciona en la
citada web.
En efecto, así fue y, para garantizar la ‘paz social’ durante
los fastos de la Expo 92, el Gobierno andaluz cedió finalmente a los jornaleros
la explotación de las 1.200 hectáreas de aquella finca. “Por fin alcanzábamos el viejo
sueño de ‘la tierra para quien la trabaja’ por primera vez en 5.000 años de
historia en Andalucía. Alcanzar el medio de producción tierra significa un
salto revolucionario de primera magnitud puesto que es tocar la clave del
Sistema Capitalista de Producción que iba a permitirnos a disponer de un
instrumento esencial para liberarnos como clase”, añade la web municipal sobre
la ‘conquista’ de la finca de Los Humosos’.
Y aún más: “Hemos acabado con el paro ya que no
necesitamos a los terratenientes para poder comer todos los días” y “hemos
acabado con la emigración puesto que ya nadie tiene que salir de su propio
pueblo”. La cuestión, parafernalia revolucionaria al margen, es que
este hecho es fundamental para entender lo ocurrido porque sin esa finca, y la
lluvia de subvenciones continuas que han llegado a través de la misma, la
supuesta ‘utopía de Marinaleda’ no existiría.
Sin esas subvenciones que llegan a través de la Junta de
Andalucía, la cooperativa de trabajadores no tendría posibilidades reales de
competir con sus productos en el mercado y sin el entramado de ayudas que se
establece en torno al PER, no podría vanagloriarse el alcalde de Marinaleda de
haber logrado el ‘pleno empleo’ porque casi todos allí, de una u otra forma,
reciben ayudas públicas. Y las viviendas de quince euros al mes, sin suelo
gratis y sin los materiales subvencionados también por la Junta de Andalucía,
tampoco existirían.
Sánchez Gordillo ha abierto un “gran debate” con el
asalto a los supermercados, dicen en Izquierda Unida, y ponen a Marinaleda como
ejemplo para salir de la crisis económica y para dar respuesta a los más de
cinco millones de parados. Pero para que España fuera Marinaleda, para hacer
realidad la “utopía” que se reivindica como modelo exportable, previamente
habría que dotar al país de un sistema de subvenciones universal. ¿Y quién
concibe eso? ¿Quién, siquiera, puede tomar en serio el planteamiento? Nadie,
claro.
“Sin privilegios, Marinaleda sería un pueblo más del campo andaluz o
español. Ahora es una especie de parque temático del comunismo subvencionado
por la Junta de Andalucía, pero nada más: desde el punto de vista económico, es
insostenible”, afirman dirigentes políticos de la zona.
Lo llamativo de la crítica política es que sobre Marinaleda,
pocos quieren hablar. Llegan anónimos varios sobre presiones, incumplimientos,
impagos de cánones públicos que el Ayuntamiento ignora o denuncias de abusos,
como aquella vez que se descubrió que el ‘utópico’ alcalde de Marinaleda
cobraba, ilegalmente, dos sueldos oficiales.
Todo eso fluye, como un rumor persistente, pero pocas veces
trasciende. Porque la otra realidad oculta de Marinaleda es la opresión
política que se practica. En las últimas elecciones municipales, de los once
concejales del Ayuntamiento, Izquierda Unida consiguió nueve y el PSOE logró
dos ediles. Tanto el candidato socialista como el del Partido Popular eran de
un pueblo cercano, de Estepa. Mariano Pradas, concejal y portavoz del PSOE, ya
había sido concejal antes y repitió de nuevo a pesar de que en el mandato
anterior le apedrearon alguna vez el coche y de que otras veces tuvo que salir
del pueblo escoltado por la Guardia Civil. “Marinaleda, una utopía hacia la
paz”. Ya ven. Qué cosas.
En definitiva, la estafa de Marinaleda es la siguiente:
1- Los materiales que los pague el Estado.
2- El terreno que lo pongan los terratenientes.
3- Los jornales de los autoconstructores (bonita forma de
llamar a losparásitos agraciados con formar parte de un experimento
propagandístico pagado por todos), a cargo del Plan de Empleo Rural.
Y el resultado final
son los felices habitantes de Marinaleda convertidos en propietarios de
vivienda a costa de que un señor que nada tiene que ver con sus problemas
cargue con el 100% del precio del suelo y de que todos los demás contribuyentes
del país paguen los jornales y los materiales de construcción requeridos por
los ciudadanos-parásitos de Marinaleda, agraciados con una arbitraria lotería
política que pretende demostrar como el comunismo es posible... cuando se lleva
a cabo en un municipio de 3000 habitantes subvencionando hasta las cejas por
los impuestos confiscatorios que pagan otros 40 millones de personas.
Si España fuera Marinaleda, qué bonito sería. Toda la
población ocupada, sin parados haciendo colas ante las oficinas de Empleo. Y
las familias, felices, sin hipotecas ni grandes cargas de deuda en el banco,
con casas construidas por ellos mismos con la sola aportación de quince euros
al mes. Y un gobierno estable, apoyado por el pueblo cada cuatro años, elección
tras elección, de forma abrumadora; un líder sólido sin problemas electorales
así que pasen las décadas.
Si España fuera Marinaleda, qué bonito sería… salvo que todo
ese sueño que ahora se ha vuelto a agitar tras el asalto a los supermercados
es, sencillamente, una farsa sostenida desde hace treinta años gracias a las
subvenciones públicas. Y la hegemonía política se sustenta en el sectarismo y
en la evidencia, poco conocida, de que en Marinaleda,
como sólo sucede en muchas poblaciones del País Vasco oprimidas por el
terror batasuno, los partidos políticos
distintos a Izquierda Unida tienen que elegir a sus candidatos de otros
municipios porque nadie que viva en el pueblo se atreve a enfrentarse al
alcalde eterno, Juan Manuel Sánchez
Gordillo.
Paca Atienza
ResponderEliminaraunque te pese, Marinaleda es una utopía para ti, para ellos es una realidad.
Xavier Carrió Jamilá
EliminarDesgraciadamente para ellos no se podrá continuar de esta forma.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarJavier Moran
ResponderEliminarMas: Qué fácil sería desmontar la película de este cantamañanas que vive de la sopa boba pero que se ha convertido en Robin Hood con el permiso de la situación judicial que sufre este país. En una situación normalizada iría al trullo y devo
lvería lo que ha robado que dinero tienen este y su sindicato. La web de la Junta lleva días dando error cuando se intenta entrar en la página del BOJA referente a las subvenciones dadas a sindicatos y demás especímenes a la sombra del poder (creo que es de la Consejería de Asuntos sociales) desde que se ha hecho público el dinero de este golfo y sus amigos. Desde luego en Marinaleda debe haber una estulticia generalizada,cuando se le deja a este petimetre hacer lo que hace, simulando como que defiende al pueblo y sus intereses es decir: el voto a cambio de ganar dinero sin dar golpe. Embustero y... ¿bailarín?, seguro que sí.
Luis Garcia
ResponderEliminarEspaña era un circo con Zapatero y el PSOE y ahora sigue siendo el mismo circo con Rajoy y el PP. Y es que el voto es el voto y la poltrona les da demasiada pasta para asumir reesponsabilidades y perderla....Nadie se moja por este motivo, asi que lo que a los ciudadanos nos toca es padecer a esta mierda de casta politica que tenemos.
Luis Garcia
ResponderEliminarJavier, veo, con infinita alegría, que aún quedan ciudadanos inteligentes en este pais. No hay otra opción mas que esa o no acabaremos nunca con esta ola de degeneración, robos y demas de la casta politica hacia el pueblo llano.
Logan Albatros
ResponderEliminardona la mitad de tu sueldo a caritas..si quieres ayudar a la gente..y no robando..
esto no pasa ni en zinwague..
sindicatos y sobran tambien politicos y partidos politicos..que nos cuestan mucho dienro y no sirven para nada..