El solaz del jornalero

Sánchez Gordillo sigue con su vuelta a Andalucía particular junto a sus “jornaleros” que reivindican con ardor tierras y posesiones y con menos entusiasmo trabajo. Estuvieron por Jaén montándola ante la caja y ahora andan por las tierras de Córdoba. A Jaén fue a verlo Willy Toledo, por ejemplo, pero fue sin barba, pues ya no cabía otra barba que la barba decimonónica, tolstoiana y crespa de Sánchez Gordillo.

 Hoy han ocupado el palacio de Moratallaque, un espléndido edificio que cuenta con una extensa finca de ocho hectáreas en buena parte ajardinada en el más puro estilo versallesco que está ahora en obras de restauración para convertirlo en hotel para celebraciones y bodas donde toda la peña ha parado a comerse el bocata y se han solazado bañándose en la piscina indicando que quieren quedarse a pasar la noche. Juan Manuel Sánchez Gordillo, al tiempo que ha animado a permanecer en el lugar "hasta que venga una orden de desalojo" a pesar de que las instalaciones actualmente carecen de luz y agua corriente.

En la finca tienen naranjas para comer todas las que quieran con el consentimiento de la dirección y los empleados de la finca esperando que se vayan mañana si quieren cumplir su  programa de ocupaciones. Allí están compartiendo bocatas y naranjas con los medios de comunicación que desesperados ante el calor y ante la falta de otras noticias también han podido darse un baño en la piscina.

 El complejo continúa custodiado por agentes de la Guardia Civil y no se permite el acceso a ninguna persona mientras se soluciona el conflicto. Si los medios de comunicación se van de allí y no le hacen caso a esa cuadrilla de gandules, holgazanes, vagos, ociosos, desocupados,... éstos se marcharán de la finca por sus propios pies sin hacer falta ninguna orden del Juez ni intervención de la guardia civil.

¿Donde estaban estos jornaleros? Hasta hace poco la mayoría de los trabajadores del campo andaluz eran inmigrantes y a la hora de recoger la fresa o las aceitunas los propietarios se las ven negras para contratar jornaleros autóctonos que no deseaban ampliar el PER y no deseaban echar una hora mas de lo establecido.

La mayoría de estos "figuras" son conocidos en todos los pueblos. En todos ellos hay individuos "blanditos" (vulgarmente vagos) que se arriman al calor de sindicatos, asociaciones de parados y un largo etc con el único objetivo de acariciar durante un tiempo el dinero público. Los ves en los jardines y las obras de los pueblos. Siempre apoyados en el zacho/pico/pala mirando a los otros trabajar y siempre despistándose porque tienen que ir a un "recao" que obviamente nadie controla y les lleva toda la mañana.

Lo malo es que con tanto desperdicio de dinero publico, ni el que quiere trabajar puede hacerlo. Pero a estos les dá igual. Ellos a lo suyo...la "lucha ideológica”, poco currar y zarandear el árbol a ver qué cae. Aunque para ello otros tengan que pasar hambre.