El fin de una ficción

Hoy hemos asistido atónitos a un bochornoso espectáculo del  Congreso. Sus rostros al terminar la sesión lo dicen todo. Los debates de los pasados lunes y martes, la sucesión de desplantes y ataques de antes y después, y hasta el breve enfrentamiento parlamentario de este jueves han dejado muy claro que Sánchez no quería ser investido esta semana o, mejor dicho, que no estaba dispuesto a hacer ni el más mínimo sacrificio político y, probablemente, ni siquiera un excesivo esfuerzo. Por otro lado la excesiva ambición de Iglesias ha malogrado la oportunidad de que el comunismo ocupara las instituciones sin ganar unas elecciones.

Hasta el último momento han querido mantener una ficción.  Si se repasa la mayor parte de las cabeceras periodísticas y se escuchan la inmensa mayoría de las opiniones televisivas, parece que es obligatorio lamentar sonoramente el resultado de la sesión de investidura que este jueves ha acabado con la segunda derrota de Pedro Sánchez, así como escandalizarse porque unos políticos ambiciosos no haya sido capaces de llegar a un acuerdo basado únicamente en un mercadeo de sillones.

Son enemigos desde el principio y no han parado en ponerse zancadillas uno a otro. Si no se fían uno de otro ¿Quien nos asegura que un gobierno salido de la investidura de Sánchez trufado de comunistas hubiera funcionado?. Nada les une, salvo manifestarse ser de izquierdas y su enfermiza ansia por el poder y manejar dinero público. Es algo histórico que  comunismo y socialismo tiendan a la autodestrucción. 

Pedro Sánchez, que después del fracaso ha afirmado en Informativos Telecinco haber hecho "autocrítica" tras su investidura fallida, ha cargado sobre los hombros de Iglesias la negativa a "constituir un Gobierno progresista" por segunda vez, pero ha dejado claro que este "no es el final del viaje" y que él no está dispuesto a "tirar la toalla" para volver a unas nuevas elecciones. "Los ciudadanos ya han hablado", ha apostillado. Por ese motivo, el presidente en funciones ha pedido que Podemos, PP y Ciudadanos "deben ser responsables", "permitir la formación de Gobierno" y poner fin al "bloqueo" porque "España no merece estar bloqueada". ¿Alguien piensa que esto va a ser posible  después de los  desprecios a sus adversarios?

Hoy se recordará como el dia que se ha evitado la deriva venezolana inevitable desde  hace mas de tres lustros en nuestro país. Unas nuevas elecciones, no tener gobierno hasta el año próximo, con una nueva pérdida de tiempo y su coste consiguiente, pueden ser (de momento) el mal menor para España.